León de Judá.
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¿Quién es digno?
William Branham.Lee el plenamente en cuenta en...
La Brecha entre las Siete Edades de la Iglesia y los Siete Sellos.Apocalipsis 5:2-4,
2 Y vi un fuerte ángel predicando en alta voz: ¿Quién es digno de abrir el libro, y de desatar sus sellos?
3 Y ninguno podía, ni en el cielo, ni en la tierra, ni debajo de la tierra, abrir el libro, ni mirarlo.
4 Y yo lloraba mucho, porque no había sido hallado ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.Ahora, y un “ángel fuerte...” Ahora, el versículo 2, el ángel fuerte pregonando en alta voz: ¿Quién es digno? (¿Digno de qué?) ¿Quién es digno de abrir ese libro? Ahora, hallamos…. ¿Dónde está el Libro actualmente? Está con su Dueño original porque fue cedido por un hijo, el primer hijo de Dios en el linaje humano. Y cuando él cedió sus derechos para oír a Satanás, entregó sus derechos... ¿Qué fue lo que hizo? El aceptó la sabiduría de Satanás en lugar de la Palabra de Dios.
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El llamado del Ángel era un llamado para que apareciera el Pariente Redentor. Dios dijo: “Yo tengo una ley; un Pariente Redentor puede ser un sustituto. ¿Dónde está ese Pariente Redentor? ¿Quién tiene la capacidad de tomarlo”? Y desde Adán, a través de todos los profetas y apóstoles, y todos los demás, y no hubo nadie. Ahora ¿qué de eso? “Nadie en el Cielo, nadie sobre la tierra, nadie que jamás ha vivido…”. Allí estaba parado Elías. Allí estaba parado Moisés. Allí estaban parados todos los apóstoles, o sea todos los que habían muerto; todos los hombres santos, Job, y los sabios. Todos estaban presentes y nadie era digno ni aun de mirar el Libro, mucho menos de tomarlo y romper los Sellos. Ahora ¿dónde está el Papa y los demás? ¿Dónde está el obispo? ¿Dónde está nuestro mérito? Nosotros somos nada. Correcto.-----
Pero Juan “lloró”. Aquí está mi pensamiento sobre el porqué él lloraba. Porque si no había ninguno digno de abrir este Libro de Redención, toda la creación estaba perdida. Esa es la ley de Dios, y El no puede profanar Su ley, mas bien, El no puede contradecir Sus leyes. Ven, Dios requería un Pariente Redentor que fuera digno y que tuviera la habilidad y la sustancia para hacerlo. Y el Ángel dijo: “Ahora, que el Pariente Redentor se presente”.Y Juan miró. Miró por toda la tierra. Miró por debajo de la tierra. Y no había nadie. La creación y todo estaba perdido. Con razón Juan lloró. Todo estaba perdido. Pero su llanto no duró más que unos momentos. Entonces uno de los ancianos se paró y dijo: “No llores Juan”. ¡Qué cosa! Su llanto no duró más que unos momentos. Juan pensó: “¡Oh, qué cosa! ¿Dónde está el Hombre? Allí están los profetas; nacieron igual que yo. Allí están los sabios. Allá están... Oh, aquí no hay nadie”.
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Y este León de la tribu de Judá prevaleció. Le dijo: “No llores más Juan. Porque el León de la tribu de Judá, la raíz de David ha prevalecido. Ya venció. Él lo ha hecho. Juan, está concluido”. ¡Oh, qué cosa! El produjo un cloro que envía el pecado de nuevo a las manos sucias (juntamente con su sabiduría) que corrompió al ser humano. Sí.Pero cuando Juan volteó para mirar, él vio un Cordero. ¡Qué diferente a un león! El dijo: “El León ha prevalecido”. ¿Ven? Otra vez podría emplear eso mismo, Dios escondiéndose en la simplicidad. El dijo, “Allí está un León”. Ese es el rey de las bestias. “El León ha prevalecido.” Lo más fuerte es el león. Yo he estado en las junglas de África, y he escuchado las jirafas con su alarido. Y el poderoso elefante con la trompa alzada haciendo un ruido como “whee, whee, whee”. Y he escuchado los salvajes del desierto con sus clamores tan sanguinarios. Y aun los escarabajos hasta... Y Billy Paul y yo, acostados en un lugarcito, cubiertos de abrojos. Y escuchar a lo lejos un león rugir, y de repente todo el desierto se calla. Hasta los escarabajos cesaron su ruido. El rey estaba hablado“. ¡Oh, qué cosa! Les digo, entonces es cuando las denominaciones y todas las dudas caen al suelo. Todo se queda silencioso cuando el Rey habla. Y este es el Rey, esa es Su Palabra.
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Ahora, él dijo: “El León de la tribu de Judá”. ¿Por qué de Judá? ¡Out of Judá, Oh Judá! “…Y el legislador de entre sus pies, hasta que venga Siloh. Y él vendrá por medio de Judá”. “Y el león, el símbolo de la tribu de Judá, él ha prevalecido. El ha vencido”. Y cuando él se dio la vuelta para ver dónde estaba ese León, él vio un Cordero. Eso es algo muy extraño, esperar ver un León, y ver un Cordero. El anciano lo llamó un León. Pero cuando Juan miró, él vio un Cordero, “Un Cordero como que había sido inmolado desde la fundación del mundo”. Un Cordero que había sido inmolado. ¿Qué fue? ¿Cómo era ese Cordero? Estaba ensangrentado y herido. “Un Cordero que había sido inmolado, pero estaba vivo nuevamente”. Y El estaba ensangrentado. ¡Oh, qué cosa! ¿Cómo pueden Uds. mirar esto cuadro y permanecer un pecador?Salió un Cordero. El anciano dijo: “Un León ha vencido, el León de la tribu de Judá”. Juan miró para ver el León y allí venía un Cordero, temblando, ensangrentado y herido. El había prevalecido. Se podía ver que había estado en una batalla. El había sido inmolado, pero estaba vivo de nuevo.
Juan no había visto este Cordero antes, Uds. saben, aquí. No había sido mencionado antes. En ninguna parte había sido mencionado. Cuando Juan miró por todas partes del Cielo, no lo vio. Pero aquí viene para presentarse. Noten, cuando salió. ¿De dónde vino? Vino del Trono del Padre, donde El había estado sentado desde que fue inmolado y resucitado de nuevo. “El resucitó y se sentó a la diestra de Dios, viviendo siempre para interceder”. Amén. Levantado allí, ahora mismo, como Intercesor, con Su propia Sangre, para interceder por la ignorancia del pueblo. Ahora, es en Aquel que estoy confiando yo. Todavía estaba cubierto con el cloro, el cloro del perdón de los pecados.
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Ahora fíjense muy bien, esto es algo que Uds. tienen que captar. Bien. El había estado haciendo Su obra de mediación, intercediendo por el creyente. Por dos mil años había estado allá como Cordero. Ahora El está dando el paso, saliendo de la Eternidad para tomar el Libro del título de propiedad, y abrir los Sellos y revelar los misterios. ¿Cuándo? En el tiempo del fin. ¿Lo pueden ver? Bien, seguiremos entonces. Ahora desata los Sellos y suelta todos los misterios a ellos… al séptimo ángel, cuyo Mensaje es para revelar todos los misterios de Dios. Los misterios de Dios están aquí en estos Siete Sellos. ¿Ven? Así lo dice aquí. Todos los misterios están aquí en estos Siete Sellos.Y ahora el Cordero viene al frente y cambia de ser un Mediador entre Dios y los hombres y se convierte en un León. Y cuando llega a ser un León toma el Libro. Esos son Sus derechos. Dios lo ha retenido, el misterio, pero ahora viene el Cordero. Nadie podía tomar el Libro. Todavía está en las manos de Dios. Ningún Papa, sacerdote lo que fueran, no pueden tomar… el Libro. Los Siete Sellos no han sido revelados. ¿Ven? Pero cuando el Mediador… cuando Su obra termina como Intercesor, entonces El aparece. Y Juan... El anciano dijo, “Es un León”. Y El viene saliendo. Véanlo. ¡Oh, qué cosa! ¿Ven? El sale adelante para tomar el Libro y para revelar los misterios de Dios, que otros han tratado de conjeturar en todas estas edades denominacionales. Vean pues, el séptimo ángel... Si este Libro de misterios es la Palabra de Dios, el séptimo ángel. tiene que ser un profeta para que la Palabra tenga a dónde llegar. Ningún sacerdote, Papa, u otra persona lo puede recibir; la Palabra no viene a tales. La Palabra de Dios solamente viene a un profeta, siempre. Malaquías 4 así lo promete. Y cuando él haya aparecido, tomará los misterios de Dios, donde la iglesia estaba toda enredada en tantas denominaciones, y “restaurará la fe de los hijos de nuevo a los padres”. Luego vendrá el juicio sobre el mundo y la tierra será quemada. Y en seguida los justos hollarán la ceniza los malos, en el Milenio. ¿lo entienden? Muy bien.
Otros han conjeturado sobre estas cosas en las edades denominacionales. Pero vean, tiene que ser… Este hombre, el séptimo ángel de Apocalipsis 10:1-4 es un... Al séptimo ángel le son entregados los misterios de Dios, y él concluye todos los misterios que se dejaron a medias a través de las edades denominacionales. Ahora pueden ver por qué yo no doy en contra de mis hermanos en las denominaciones. ¡Es el sistema denominacional! Ellos no pueden… y no hay necesidad de que hagan el esfuerzo de comprenderlo, porque no puede ser revelado. Eso es conforme a la Palabra. Ellos lo conjeturaron, y creyeron que allí estaba, y caminaron por fe, pero ahora la cosa ha sido probada con evidencias. ¡Amén ¡Oh, qué cosa! ¡Qué tremenda Escritura!
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Así lo requiere la ley de Dios. Él es Quien lo tiene. La ley de Dios requería un Pariente Redentor. Y el Cordero salió, sosteniéndolo: “Yo soy su Pariente. Yo soy su Redentor. Yo he hecho intercesión por ellos y ahora he venido para reclamar sus derechos”. ¡Amén! ¡Amén! Allí está el único. “He venido para reclamar sus derechos. En esto ellos tienen derecho a todo lo que se perdió en la caída y Yo he pagado el precio”. ¡Oh hermano! ¿No le hace esto sentirse religioso por dentro? No es por nuestras buenas obras que hemos hecho, sino por Su misericordia. ¡Oh, esperen un momento! Y aquellos ancianos y todos los demás empezaron a arrojar las coronas, y los dignatarios empezaron a tirarse al suelo. ¿Ven?Nadie, nadie podía hacerlo. Y El caminó directamente a la diestra de Dios y tomó el Libro de Su mano y reclamó Sus derechos. “Yo he muerto por ellos. Yo soy su Pariente Redentor. Yo soy. Yo soy el Mediador. Mi Sangre fue derramada. He llegado a ser Hombre. E hice esto para redimir de nuevo esa Iglesia que vi antes de la fundación del mundo. Lo he decretado. Lo he dicho, y ella estará. Y nadie podía tomarlo, pero Yo mismo bajé y lo hice. Yo soy su Pariente. Yo llegué a ser su pariente”. Y El toma el Libro ¡Amén! Oh, ¿quién me está esperando allá en esta noche? Iglesia, ¿quién es aquel que nos está esperando allí? ¿Cuál otro pudiera esperar allí por Ud.? Es aquel Pariente Redentor. ¡Oh, qué cosa! ¡Qué declaración o acto más sublime!
Ahora El tiene el título de propiedad de la redención. Lo tiene en la mano. La mediación ha cesado. Lo tiene en la mano. Recuerden, por todo este tiempo ha estado en la mano de Dios, pero ahora está en la mano del Cordero. Fíjense bien. El título de propiedad de la redención, de toda la creación, está en Su mano. Y El ahora ha venido para reclamarlo todo para la raza humana. No reclamarlo para los Ángeles. Lo ha reclamado para los humanos, a quienes fue dado, para hacer hijos e hijas de Dios; volviéndolos al Huerto de Edén, todo lo que perdieron: la creación entera, los árboles, la vida animal y todo lo demás. ¡Oh, qué cosa! ¿No le hace esto sentirse gozoso?
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La Brecha entre las Siete Edades de la Iglesia y los Siete Sellos.
Y el ángel que vi estar sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano al cielo,
Y juró por el que vive para siempre jamás, que ha criado el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no será más.
Pero en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comenzare á tocar la trompeta, el misterio de Dios será consumado, como él lo anunció á sus siervos los profetas.
Apocalipsis 10:5-7
Este Libro sellado
con Siete Sellos
es revelado en
el tiempo de
los Siete Truenos
de Apocalipsis 10.
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