El Rapto.

William Branham.

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El Rapto.

Psalm 27:4-5,
4 One thing have I desired of the LORD, that will I seek after; that I may dwell in the house of the LORD all the days of my life, to behold the beauty of the LORD, and to enquire in his temple.
5 For in the time of trouble he shall hide me in his pavilion: in the secret of his tabernacle shall he hide me; he shall set me up upon a rock.

Ahora, Dios tiene una manera de hacer las cosas. Y Él nunca ha cambiado Su plan. Él nunca cambia Su... Él es el Dios incambiable. En Amós 3:7, Él dijo que Él no haría “nada sobre la tierra, sin Él revelárselo a Sus siervos los profetas”. Y tan cierto como Él lo prometió, Él lo hará.

Ahora, hemos venido a través de las edades de la iglesia. Pero nos es prometido en los últimos días, según Malaquías 4, que habría nuevamente un profeta en la tierra. Eso es correcto. Fíjense en su naturaleza, cómo sería él. Él siempre es... Dios usa ese espíritu cinco veces: Una vez en Elías; luego en Eliseo; en Juan el bautista; para llamar la Iglesia a salir; y con el remanente de los judíos. Cinco veces, “gracia”. J-e-s-ú-s, y F-e [en inglés, las palabras “fe” y “gracia” tienen cinco letras— Traductor.] Y este es el número de gracia. ¿Ven? Muy bien.

Ahora, recuerden, el Mensaje ha sido prometido. Y cuando todos estos misterios que han sido tan enredados por el grupo eclesiástico, se requerirá de un—un profeta directamente de parte de Dios para revelar Eso. Y eso es exactamente lo que Él prometió hacer. ¿Ven? Ahora, recuerden: “La Palabra del Señor viene al profeta”, no al teólogo, al profeta. Él es el reflector de la Palabra de Dios. Él no puede decir nada; él no puede hablar de sus propios pensamientos. Él sólo puede hablar lo que Dios le revela. Incluso con el profeta Balaam cuando ellos intentaron que se vendiera, que él vendiera su derecho, él dijo: “¿Cómo puede cualquier profeta decir algo diferente a lo que Dios pone en su boca?” Es algo que Dios hace, que uno no puede decir ninguna otra cosa. Y uno nace de esa manera. Igual como uno no podría...

Como uno podría decir: “Yo—yo—yo no puedo abrir mis ojos”, cuando uno está mirando. ¿Ven? Uno no puede. Uno no puede alcanzar a tocar con su mano, cuando sí puede. ¿Ven? Ud. no puede ser un perro siendo que es humano. ¿Ven? Uno es hecho así. Y así también Dios, siempre, en las edades, por medio de Isaías, Jeremías, y todos los Elías en las edades pasadas. Cuando el grupo eclesiástico lo enredaba todo Él enviaba un profeta, levantándolo de la nada. Este no pertenecía a ninguna de sus situaciones, y hablaba Su Palabra. Era llamado de la escena, y quitado, sencillamente eran hombres fuertes de la Verdad de Dios. Y es siempre, la manera en que uno podía conocerlos, dijo Él: “Si hay uno entre Uds. que es espiritual o profeta...”

Ahora, profetas (existe tal cosa como “don de profecía” en la Iglesia), pero un profeta es predestinado y preordenado para la hora. ¿Ven? Sí señor. Miren, si una profecía es dada, dos o tres deben sentarse y juzgar si eso es correcto o no, antes que la iglesia pueda recibirla. Pero nadie se sentaba así ante un profeta, porque él era—él era absolutamente la Palabra de Dios. Él era esa Palabra en su día. Se veía a Dios reflejado. Ahora, Dios ha prometido enviarnos eso nuevamente en los últimos días, para sacar la Novia de ese enredo eclesiástico, por la única vía en que puede ser hecho. 80 Eso nunca se logrará; la iglesia no puede recibir a Cristo. Nosotros, los pentecostales, nosotros no podemos avanzar con este Mensaje en la condición en que la iglesia se encuentra hoy. ¿Cómo iremos a manifestar algo en el tiempo del fin en la condición en que se encuentran hoy, cuando cada uno está en contra del otro, y todo lo demás, y hasta eclesiásticamente? ¡Oh, misericordia! Es un enredo. Ya se ha desviado en denominaciones. Y en cualquier momento... yo le pido a cualquier historiador que— que—que diga algo diferente. Cada vez que un mensaje salió por la tierra y lo organizaron, allí mismo murió. Y Pentecostés hizo lo mismo que todas ellas, el Pentecostés que salió.

Uds. de las Asambleas de Dios, cuando sus padres y madres salieron allá de aquellas organizaciones, en el antiguo concilio general, clamaban y glorificaban a Dios, y hablaron en contra de esas cosas. Y Uds. regresan “como el perro a su vómito, y el cerdo a su lodo”, e hicieron lo mismo que ellos. Y ahora son tan eclesiásticos, que cierran sus entrañas de compasión. Se requiere de una tarjeta de compañerismo antes de uno siquiera poder asociarse con Uds. Uds. unitarios, Dios les dio un mensaje como ése, y en vez de avanzar, y simplemente mantenerse humildes y continuar adelante, tuvieron que salirse y organizar su grupo. Y ¿adónde están todos Uds. ahora? En el mismo balde. Así es. Y el Espíritu de Dios avanzando. “Yo el Señor la he plantado. Yo la regaré, día y noche, no sea que algunos...” Él ordenó que así fueran estas cosas, y Él debe enviar Esto.

La primera cosa que viene, cuando Él empiece a descender del Cielo, ¡hay una aclamación! ¿Qué es? Es un Mensaje, para reunir a la gente. Primero surge un Mensaje. Ahora es el tiempo de arreglar la lámpara, “Levántense y arreglen sus lámparas”. ¿Qué vigilia era esa? La séptima, “He aquí, el Novio viene. Levántense y arreglen sus lámparas”. Y ellos lo hicieron. Algunos encontraron que ni siquiera tenían Aceite en sus lámparas. ¿Ven? Pero este es el tiempo de arreglar la lámpara. Es el tiempo de Malaquías 4. Lo que Él prometió. Es Lucas 17. Es—es Isaías y todas esas profecías que encajan perfectamente en orden para este día, en la Escritura, las vemos vivificadas allí mismo. No hay...

Viendo estas cosas suceder, mi precioso hermano, hermana. Cuando Dios en el Cielo sabe que yo podría morir en esta plataforma ahora mismo. Uds.—Uds. sencillamente deberían salir a caminar de vez en cuando. Eso es sólo... Es algo tremendo, cuando Ud. ve a Dios venir del Cielo, presentársele ante grupos de hombres, y pararse allí, declarándose Él mismo como siempre lo ha hecho. Y esa es la Verdad, con esta Biblia abierta. ¿Ven? Correcto. Ya estamos justamente aquí. Y el sistema denominacional está muerto, está acabado; nunca se levantará de nuevo, será quemado. Eso es lo que se hace con la cáscara en el campo. Huyan de eso. Entren en Cristo. No digan: “Yo pertenezco a los metodistas. Yo pertenezco a los bautistas. Yo pertenezco a los pentecostales”. Entre Ud. en Cristo. Y si Ud. está en Cristo, no hay ni una sola Palabra escrita aquí que Ud. no pueda creer. A mí no me interesa lo que alguien más diga. Y luego Dios manifiesta eso. Porque Ud., cuando Él derrama el Espíritu sobre la Palabra, ¿Qué sucede? Es como echarle agua a cualquier otra semilla. Vivirá, y producirá según Su género.

Ud. dice: “Yo tengo el Bautismo del Espíritu Santo”. Eso no significa que Ud. es salvo, de ninguna manera. Mire aquí. Ud. es un ser trino, así es. Adentro de este pequeño ser aquí está el alma, lo siguiente es el espíritu, y el que sigue es el cuerpo. Ahora, Ud. tiene cinco sentidos en este cuerpo, con los cuales hace contacto con su hogar terrenal. No son para hacer contacto con los demás. Aquí, Ud. tiene cinco sentidos del espíritu: Amor y conciencia y demás, para eso. Pero aquí adentro es donde Ud. mismo vive. Eso es lo que Ud. es. ¿No dijo Jesús: “La lluvia cae sobre el justo y el injusto”? [La congregación dice: “Amén”.—Ed.] Siembre aquí afuera una cizaña, y también trigo, y riéguelos con agua y manténgales fertilizante y demás así, ¿no vivirán ambos por la misma agua? [“Amén”.] Seguro. Pero, ¿qué sucede? Una de ellas producirá cizaña, porque es todo lo que ella es. La cizaña levantará sus manos y clamará de la misma manera que el trigo.

¿No dice la Biblia: “En los últimos días se levantarán falsos Cristos”? [La congregación dice: “Amén”.—Ed.] Ahora, no “falsos Jesuses”. “Falsos Cristos”, ungidos, falsamente ungidos en cuanto a la Palabra; ungidos por denominación pero no por la Palabra. Porque la Palabra dará testimonio de Sí misma. Ella no necesita otra cosa. Ella dará testimonio de Sí misma. “Y vendrán falso ungidos”. Uds. tienen mi cinta en cuanto a eso. Y esa unción... Oh, si Ud. llamara a uno de ellos, preguntándole: “Oh, Ud., ¿es Ud. un Jesús? “Oh, desde luego que no”. Ellos no tolerarían eso. Pero cuando se trata de un “¡Oh, gloria! ¡Yo tengo la unción!” Y es una unción genuina. Recuerden, Caifás también la tuvo, y profetizó. Y también la tuvo Balaam, y profetizó.

Pero eso no tiene nada que ver con esto acá adentro. A menos que esa no fuera la simiente de Dios, Su gene desde un principio, predestinado, Ud. está arruinado. No me interesa cuánto Ud. grite, hable en lenguas, corra, grite; eso no tiene nada que ver. Una cizaña puede valer igual que cualquier otra. Yo he visto paganos levantarse y gritar, y hablar en lenguas, y—y beber sangre de un cráneo humano, e invocar al diablo. ¿Ven? Así que uno no... Con respecto a cualquiera de esas sensaciones y demás cosas, olvídelas. Es el corazón suyo en esa Palabra, y ese es Cristo. Entre allí y vea cómo se da a conocer, a medida que se va abriendo como cualquier otra simiente, y se declara abiertamente para la edad en que está viviendo.

Lutero no podía producir más que hojas. Estos otros pudieron traer estas otras cosas. Nosotros ahora estamos en la edad del trigo. Los Luteranos genuinos de Lutero tenían que producir Luteranos genuinos; los pentecostales genuinos tenían que producir pentecostales genuinos. Eso es todo. Pero nosotros ya hemos pasado esa edad, y estamos avanzando. ¿Saben Uds. que la iglesia católica comenzó como pentecostal? Y si la iglesia pentecostal se sostuviera por dos mil años, estaría en peor estado que la católica está hoy. Exactamente. Yo les digo eso a mis hermanos y a mis hermanas, a quienes amo. Y Dios lo sabe. Pero recuerden amigos, yo tengo que encontrarlos a Uds. más allá en el Juicio, y eso quizás no sea muy lejano. Yo tengo que dar testimonio de lo que es la Verdad.

Cuando salí en las reuniones con Uds., orando por los enfermos, todo estaba bien. ¡Pero cuando vine con un Mensaje! Si cualquier Mensaje sale, y si es un mensaje verdadero... Si son verdaderos milagros genuinos de Dios, y se mantiene allí con la organización, Uds. saben que eso no es de Dios. Porque esa cosa ya ha sido declarada. Jesús salió y sanó a los enfermos, para de esa manera captar los ojos de la gente, y después fue Su Mensaje. Eso es correcto. Tiene que haber algo que Dios va a presentar. Él sólo... la Sanidad Divina, Sus milagros y demás, sólo atraen la atención de la gente. La parte principal del asunto es el Mensaje. Allí está, lo que proviene de aquí adentro. Estaba tratando de ganarse la confianza del pueblo para que se aquietaran y le escucharan (¿Ven?), porque había algunos allí ordenados a Vida. Una parte del grano, del trigo, cayó en tierra y los pájaros se la llevaron. Y otra cayó entre espinos. Y otra cayó en terreno apropiado, terreno pre—preparado y produjo.

Ahora, lo primero es el sonido. La primera cosa es la trompeta y la... o una voz... la aclamación; y luego una voz; y después una trompeta. Aclamación: un mensajero preparando a la gente. Lo segundo es una voz de la resurrección: la misma voz, esa gran voz de San Juan 11:38-44, que llamó a Lázaro del sepulcro. Reuniendo a la Novia; y luego la resurrección de los muertos, ¿ven?; para ser arrebatados con ellos. Ahora observen las tres cosas que acontecen. La siguiente es ¿qué? Fue una trompeta. Una voz... una aclamación; una voz; una trompeta.

Ahora, lo tercero, es la trompeta. Lo cual, siempre, en la fiesta de las trompetas, es llamando la gente a la fiesta. Y esa será a la Cena de la Novia, la Cena del Cordero, con la Novia, en el Cielo. ¿Ven? La primera cosa que surge es su mensaje, llamando la Novia a unirse. Lo que sigue luego es la resurrección de la Novia que duerme, los—los que han muerto allá en las otras edades, y son juntamente arrebatados. Y la trompeta, la fiesta en los Cielos, en el firmamento. Pues amigos, eso es lo que acontece. Estamos justamente allí, ya listos. Lo único es que la Iglesia está saliendo y tiene que permanecer en la presencia del Hijo, para madurar. La gran trilladora pasará después de un tiempo. El trigo será quemado, o sea los tallos, pero el grano será recogido para Su alfolí. ¿Ven?

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Porque el mismo Señor con aclamación, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero:

Luego nosotros, los que vivimos, los que quedamos, juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes á recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

Por tanto, consolaos los unos á los otros en estas palabras.

1 Tesalonicenses 4:16-18