El Regalo Envuelto de Dios.

William Branham.

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El Regalo Envuelto de Dios.

Pensando en Belén y ¿por qué resultó ser la que fue escogida para ser el lugar del nacimiento del Rey de reyes? Y, Uds. saben, Belén es un lugar pequeño, un pueblo muy pequeño. Yo a menudo me he preguntado por qué Dios no escogió un lugar más religioso para ello, para este gran evento, tal como Silo. Silo fue el primer lugar en donde la tienda—el arca fue puesta después de cruzar el Jordán. O Gilgal, otra gran ciudad religiosa; o Sión, sobre la montaña, otra gran ciudad religiosa; o incluso la orgullosa capital de Jerusalén, con todos sus sabios y santos a través de la edad. ¿Por qué Dios no escogió Jerusalén?

¿Por qué escogería Él a Belén? Pareciera ser que Él debiera haber escogido otro lugar, una de las grandes ciudades de refugio, para que protegiera a Su Hijo en caso de que se presentara algún problema. Los lugares de refugio como Ramot de Galaad, ese fue un gran refugio que fue construido, para que la gente pudiera huir a estas torres. Cades fue otra gran ciudad de refugio; Hebrón, otra gran ciudad de refugio. ¿Por qué Dios escogió a la pequeña Belén y no escogió estas otras grandes ciudades…?... Ellas tenían nombres más grandes, y un antecedente mucho más espiritual. Pero, Uds. saben, Dios tiene una manera de hacer las cosas, Su Propia manera acerca de las cosas. Yo estoy muy contento de que así sea. ¿Ven? Algunas veces Él toma cosas que no tienen un antecedente espiritual o ningún antecedente en lo absoluto. Y por eso es que Él es Dios; Él puede tomar algo que es nada, y hacer algo de ello. Y entonces eso es lo que lo hace a Él Dios. Eso es lo que nos hace amarle. Eso es lo que hace que nosotros los pobres lo apreciemos a Él, pues a pesar de que nosotros somos pobres, sin ningún antecedente, no obstante Dios puede hacer grandes cosas con nosotros si Él nos puede tener bajo Su control.

Josué, por supuesto, fue el que llevó a los hijos de Israel al otro lado y les repartió la tierra. Y a esta tribu de Judá se le dio esta porción en donde se encuentra Belén, la cual está situada en la parte norte de la provincia de Judá, una pequeña franja que sobresale tal como una pequeña península. Y en este lugar, en esta provincia, en esta gran provincia, está la región norteña del trigo, en donde estaba la zona del trigo, donde ellos cultivaban mucho trigo y cebada.

Y uno de los hijos de Caleb estableció y fundó esta ciudad. Su nombre era Salmón, él fue uno de los hijos de Caleb. Si desean buscar eso, estoy saltando muchas de estas Escrituras, pero veo que algunos hermanos las están anotando. En Primera de Crónicas 2:15, también lo encuentran en Mateo 1:15, y en donde ellos... él estableció y fundó esta gran ciudad, la cual era una ciudad pequeña. Pero es grande debido a las grandes cosas que sucedieron en esta ciudad. Como yo siempre he dicho, que no es la gran iglesia, es el gran Dios en la Iglesia. No es el gran monte santo; es el gran Espíritu Santo que estaba en el monte. No es el hombre santo; es el Espíritu Santo en el hombre. ¿Ven?, así era esta ciudad. Era pequeña en tamaño, y estaba más bien en el valle, y no tenía mucho atractivo; su población era pequeña, y lo es aún hoy. Pero debido a que Dios la escogió para hacer algo. Eso es lo que a mí me gusta: algo que Dios escoge. No importa lo que le parezca a la gente, con tal que Dios lo haya escogido.

Rahab la ramera, con la cual estamos familiarizados, ella siendo una—una jovencita que fue echada a la calle por un padre y una madre paganos, que la pusieron en la calle porque ella era hermosa, y debía traerles buenos ingresos con la prostitución… Y sin embargo, en lo profundo de esta muchacha inmoral que fue echada a la calle, ella había oído que había Un Dios Quien contestaba la oración. Y a la primera oportunidad que tuvo para aceptar a ese Dios, o hacer algo por Él, ella lo hizo. Y Dios le perdonó la vida, y salvó a su padre, a su madre y a su familia. Ella se enamoró de un general en el ejército de Israel, según vemos en la historia, y se casó con este general. Y el noviazgo de ellos fue maravilloso. Y ellos finalmente se establecieron y vivieron en Belén.

Y a través de este general ella trajo al mundo un—un hijo, el hijo de—de—de... No puedo recordar el nombre del general en estos momentos. Estaba tratando de acordarme. Creí que tenía su nombre anotado aquí pero no lo tengo. Tengo el nombre de su hijo, pero era el hijo de Rahab con este general. Su nombre era Salmón. No el Salomón del… que construyó el templo, el hijo de David, sino otro Salmón. Y este Salmón engendró un hijo cuyo nombre fue Booz. Y Booz, oh, todos estamos familiarizados con esa historia maravillosa de Booz y Ruth.

Ahora, ¿ven Uds.?, esta ramera era una Gentil, y ella fue una antigua abuela de nuestro Señor Jesús. Y también cuando—cuando apareció Booz su nieto, apareció y se casó con Ruth la Moabita, él también se casó con una Gentil. Lo cual hizo que Jesús sea parte Gentil también, terrenalmente hablando. Luego cuando les nació su hijo, su nombre fue Obed. Y Obed tuvo un hijo, y su nombre fue Isaí. E Isaí tuvo un hijo cuyo nombre fue David. Todo esto sucedió en la pequeña Belén. ¿Qué es? El linaje del Señor Jesús, Su origen el cual los grandes hombres espirituales estaban pasando por alto, o los así llamados hombres espirituales.

Y fue en esta misma tierra que el profeta Samuel ungió a David para que fuera rey sobre Israel, aquí mismo en Belén. Y a través de David vino el gran Hijo: “Tú, Hijo de David”, el Hijo que nació en un pequeño pesebre de establo al lado de la colina, al lado oeste de la ciudad. Fue allí en esa colina en donde los Ángeles de Dios cantaron su primer villancico. Analicemos la palabra Belén. [En inglés la palabra Belén es Bethlehem —Trad.] “Be- t-h” significa “casa”. “E-l” significa “Dios”. “E-l-h-a-m” significa “pan”: “La casa del Pan de Dios”. Cuán apropiado fue entonces que el Pan de Vida viniera de Belén: “La casa del Pan de Dios”. ¡Oh, es una historia hermosa!

Debió haber sido justo un poco después de anochecer, y el sol se había ocultado. Las estrellas probablemente habían salido, y la luz se había ido como dos horas antes mientras el burrito avanzaba con sus patitas cansadas por detrás de la colina al oeste de Belén, mientras miraba con atención donde ponía su pata al caminar, pues su carga era preciosa. Y José lo guiaba con suavidad, a medida que el pequeño trío subía por la colina, o habían estado viajando todo el día, viniendo desde… hasta Nazaret. Y ella estaba esperando ser madre en cualquier momento, quizás ya estaba muy pasada de tiempo.

Pero todas las cosas son preordenadas por Dios y obran para bien para los que le aman. Era ordenado por Dios que hubiera un rey cruel en aquel día, el sanguinario Herodes. Dios sabía acerca de eso. Dios sabía acerca de los impuestos, y de cómo este cruel gobierno no tendría piedad ni consideración de esa pobre madre que estaba casi lista para dar a luz a su hijo primogénito en unos pocos días. Pero él ordenó que todos ellos debieran ir a su propio lugar de nacimiento a pagar impuestos: “No importa en la condición en que ella esté; ella debe ir de todas maneras”. Dios sabía acerca de todo eso. Él sabía todas las cosas anticipadamente. Y Él—Él conoce todas las cosas (¿Ven?), y Él hace que todo obre para bien.

El pequeño trío no estaba reclamando por ello mientras comenzaban a subir la colina. Finalmente, después de mucho gemir, el burrito… Puedo verlos mientras se detienen en la cima de la colina, habiendo subido por la parte oeste, desde Nazaret, cruzando. Y una vez que subieron la colina, miraron hacia el valle en donde estaba la pequeña Belén… Muchas antorchas ardían. Mucha gente se había reunido de toda Galilea para venir a su lugar de nacimiento allí en Belén, y a través de la provincia para ser empadronados por el gobierno Romano. No importaba las condiciones que tuvieran que afrontar en el camino los enfermos, necesitados, los postrados en lechos, los leprosos, cancerosos, los—los—los—los pobres, los inválidos, los cojos, los ciegos. Todos tenían que venir, pues era una orden del gobierno. Y Herodes estaba detrás de ello y debía ser hecho.

Y mientras nuestro pequeño grupito se detiene en la cima de la colina, allí debió haber habido una gran roca. Y puedo ver a José tomar a María suavemente en sus brazos para ayudarla a bajar de la pequeña mula, y—y ponerla en el lado de la roca. Y la pequeña mula suspiró de alivio. Y mientras José caminaba unos pasos hacia adelante, miró hacia la pequeña Belén, y vio las calles llenas de gente, y el rugido, las antorchas ardiendo en las calles, los gritos de la gente que yacía en los jardines y en los patios, y en los alrededores de las puertas de la ciudad. ¡Debió haber sido un gran espectáculo!

José debió haber dicho algo así: “María, querida, imagínate, allá más allá de la ciudad, en el lado norte fue donde Ruth la Moabita espigó en los campos de Booz. Más allá, justo al otro lado de esa montaña fue donde David con su honda tumbó al león al suelo, y arrebató a la oveja de su boca. Debió haber sido allí donde Josué se paró con su espada centelleante, el intrépido guerrero de nuestro pueblo y repartió las tierras y le dio esta herencia a la tribu de Judá de la cual nosotros somos linaje”. Y de diferentes cosas, de cómo es que él debió haberle estado explicando a ella lo que había ocurrido.

Y entonces al no escuchar ningún sonido de respuesta a sus espaldas, él debió haberse dado vuelta para mirar si ella aún estaba sentada en la roca. Y cuando se volvió, y vio su hermoso rostro mirando hacia los cielos, él no tuvo que preguntar más, pues el reflejo de la Estrella estaba mirando a través de sus ojos. Él sabía que ella observaba algo. Y ella lo miró y le dijo: “José, ¿has notado Esa Estrella allí?” Y cuando él miró sorprendido, dijo: ''No la había notado antes, querida“. “Bueno, nos ha estado siguiendo desde que el sol se ocultó. Yo la he observado. Debe significar algo pues tengo el más maravilloso de los presentimientos”. Uds. saben, Dios a veces hace cosas así para Su pueblo, nos muestra una Luz, o alguna cosa para que sepamos que Él está cerca y que está en la escena. Y no importa lo que el mundo tenga que decir o hacer, Él todavía está allí, y todo saldrá bien. Él lo atestigua por el Espíritu Santo, el cual podemos sentir.

Y José debió haber dicho algo así: “¿María, sabes qué? Yo nunca había estado más feliz en toda mi vida, aunque he sido obligado por el gobierno Romano; pero aún así jamás había estado tan feliz como lo estoy ahora y no sé porqué. Parece ser como que en esta noche hay algo sagrado sobre la pequeña ciudad en la cual caminábamos cuando éramos niños, allá en nuestra adolescencia cuando íbamos a la escuela”.

Lejos allá en el oriente, y a muchos cientos de millas de allí, los Magos ya venían de camino. Habían visto Su Estrella y venían a adorar al pequeño Regalo de Dios que Él le estaba enviando al mundo. Sólo un poco más tarde el mundo iba a recibir el Regalo más grande que jamás había recibido: un Paquetito envuelto, un pequeño… El primer Regalito de Navidad que fue envuelto en todo el mundo, Dios lo envolvió. Quiero interrumpir mi pensamiento para decir esto: La cosa más grande que alguna vez fue envuelta en carne humana fue cubierta con Él, Dios se envolvió a Sí mismo en un Regalo de Navidad y lo envió al mundo. ¿Por qué lo rehusaron? ¿Por qué no pudieron verlo? ¿Por qué lo rechazaron? ¿Por qué es que no lo quisieron? Por la misma razón que no lo quieren esta noche. Porque no se les entregó según la costumbre que ellos tenían para dar los regalos. Esa es la razón por la cual es rechazado aun en esta noche, porque no es dado a la gente según la costumbre que tienen para recibir regalos. ¡Pero Dios envolvió Su Propio Regalo! Él tiene el derecho de hacerlo, pues Él era el que lo estaba dando. Él tiene el derecho de envolverlo de cualquier manera que Él desee envolverlo. No importa de la manera en que sea, Él tiene el derecho de hacerlo pues Él es el que está dando el—el Regalo.

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Y parió á su hijo primogénito, y le envolvió en pañales, y acostóle en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.

Lucas 2:7