Ojo informe testigo - María.

Mi nombre es María. Última noche del jueves el gobierno llevó a cabo un juicio apresurado y condenó a Jesús a morir por crucifixión. El viernes, ya que estaba condenado a muerte, aunque el sol se desmayó durante horas, haciendo que nos gran temor. Él era un buen hombre y no merecía morir así. Había muchas cosas que él dijo que yo no entendía, pero yo sabía en mi corazón que lo que decía era cierto. Hay muchas cosas que todavía no entiendo, pero me lo creen. Dios demostró muchas veces que esto era un verdadero profeta.

El domingo pasado me sentía muy deprimido, como hice mi camino a la tumba para orar. Me sorprendí al encontrar que los guardias se habían ido y la piedra que cubría la entrada había sido removida. Corrí a decirle a Pedro ya Juan, y regresé a la tumba conmigo. Después se fueron a casa, me caí de rodillas en la entrada de la tumba y lloré. Entonces vi a dos hombres en ropas brillantes, sentado en la tumba. Me preguntaron por qué estaba llorando. "Se han llevado a mi Señor.", Le contesté. Entonces me di la vuelta para irse. Yo estaba seguro de que alguien debe haberle robado. Me sentí como si todo mi mundo se había derrumbado a mi alrededor. Pronto me di cuenta de un hombre cerca. Pensé que era el jardinero y le rogué que se le permitiera llevar a su cuerpo de distancia. Eso es cuando habló mi nombre, y yo sabía que era él. No se puede hablar como él. Él dijo que él había resucitado como él nos había dicho, me acordé de las cosas que dijo a nosotros antes. Yo estaba tan emocionado de que Dios no permitiría que la muerte de retenerlo. No puedo dejar de regocijo y de hablar de él. Yo sé que él es el mesías. ¡Qué victoria. ¡Alabado sea el Señor.

Ojo informe testigo - soldado Romano.

No te puedo dar mi nombre. Si lo hiciera el Gobernador me pondría a la muerte. Me asignaron a Cary a cabo la crucifixión el viernes pasado, y después de hacer guardia en la tumba. Yo estaba en el turno de mañana temprano en la mañana del domingo, cuando se produjo un terremoto. El sellado de la tumba de piedra se rompió los pines de metal que sujetan y se apartó de la puerta. Dos hombres en ropas brillantes se sentaron en la piedra. Todos nosotros cayó al suelo como un gran temor se apoderó de nosotros. Mi corazón dio un vuelco a la vista de ellos. Corrimos a la ciudad y nos dijeron estas cosas a nuestros comandantes. Nos dijeron que decir que nos quedamos dormidos, y que sus seguidores vinieron y robaron el cuerpo. Sé que no era cierto, pero nosotros pagamos un montón de dinero para guardar silencio.

Ojo informe testigo - Pedro.

Me sentí tan mal, y yo lloré amargamente después de negarle. Habíamos todos sentimos tan inspirados por las cosas que dijo, y creía que iba a asumir el control del país y establecer su reino. Los romanos podían ir todos de vuelta a sus propios lugares. Pero entonces él estaba muerto y todas nuestras esperanzas se perdieron. El domingo por la mañana, María vino diciendo que la piedra había sido removida. John y yo corrimos a la tumba. Él llegó primero, pero no entrar. Cuando llegué allí, me entró y encontró la ropa de entierro dobladas pulcramente, pero no vio a nadie. Más tarde ese mismo día en que se nos apareció en la habitación, que nos dice que no tenga miedo. Fue entonces yo sabía que esto era en verdad el Mesías y que nada es imposible para Dios.

Ojo informe testigo - Cleofás.

Mi amigo y yo habíamos estado en Jerusalén para la fiesta. Como seguidores de Jesús, que había sido testigo de los hechos ocurridos en los últimos días, cuando fue condenado a muerte. Como estábamos regresando de Jerusalén un hombre se unió a nosotros mientras caminábamos. Él nos preguntó por qué estábamos tan triste y deprimido. Pensamos que debe haber sido un extraño como toda Jerusalén sabía lo que había pasado. Él nos dijo de las Escrituras: Que Cristo debe sufrir estas cosas, y lo que se lograría. Nosotros lo invitamos a quedarse con nosotros, donde dio gracias, lo partió pan como siempre lo hacía. Fue entonces cuando nos dimos cuenta de que habíamos estado hablando con él, y por qué nuestros oye quemados como él comparte la palabra de Dios con nosotros. Estábamos tan contentos de que él estaba vivo que nos fuimos todo el camino de regreso a Jerusalén para decir a Pedro ya los otros. "Él está vivo."

No está aquí, mas ha resucitado: acordaos de lo que os habló, cuando aun estaba en Galilea,

Diciendo: Es menester que el Hijo del hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día.

Lucas 24:6-7

Aquel Dia en El Calvario

Día de Victoria

Viviendo, Muriendo, Enterrado, Levantándose y Viniendo

La Obra Maestra

El Juicio

Una Paradoja

Cisternas Rotas

El Edén De Satanás

La Señal