Algo increíble, pero cierto.

William Branham.

Lee el plenamente en cuenta en...
Una Paradoja.

Ahora el tema en esta tarde: Una Paradoja. Ahora bien, la palabra paradoja, como la he estado buscando para estar seguro de que estaba en lo correcto, la palabra paradoja quiere decir, de acuerdo con el diccionario Webster, que es “algo increíble, pero cierto”. Ahora, como Uds. saben, hemos oído el viejo dicho que dice que: “La verdad es más” (¿cómo es que dicen?) “es más extraña que la ficción”, la verdad. Porque, cuando una persona dice la verdad, a veces es muy extraño.

-----
Josué aquí es un Libro, y realmente es un Libro de redención, del Antiguo Testamento. Josué... deberíamos considerarlo así, el Libro de redención. Porque, es... la redención tiene dos partes. La redención en cualquier lugar, tiene dos partes. Es decir, es “salir de” y “entrar a”. Moisés representó la ley que los sacó a ellos de Egipto, y... mientras que Josué representó la gracia que los introdujo a la tierra prometida. Y otra cosa era que la— la ley y la gracia eran dos aspectos diferentes de los mandamiento de Dios. Miren, la ley los sacó, (Moisés), y Josué los introdujo. También representa algo para nuestro día. Miren, eso representa, que así como estaban ellos en la jornada, saliendo de— de Egipto hacia una tierra prometida, nosotros también hemos salido del mundo, de Egipto, del caos, y vamos camino a una Tierra prometida. “En la casa de Mi Padre muchas moradas hay, si no fuera así, Yo os lo hubiera dicho”, Juan 14. Saliendo “fuera de”, y “entrando a”.

La ley es lo que nos lleva a reconocer que estamos errados, pero la gracia es lo que nos perdona. La ley no tiene esperanza de— de redención, por cuanto eso.... y para completarla. No tiene gracia en ella, porque la ley sólo le dice a Ud. que es un pecador, pero la gracia le dice cómo salir de allí. La ley es el policía que lo mete a Ud. a la cárcel, pero redención es Aquél que vino y pagó su multa; y... “salir de”, y “entrar”, a la gracia. El Efeso... Miren, en el Antiguo Testamento encontramos la misma cosa. Yo creo que este Libro de Josué encaja... Una palabra apropiada para ello sería: el Libro de Efeso del Antiguo Testamento. El libro de Efesios del Antiguo Testamento sería lo ideal para titular este Libro de Josué, porque ciertamente es apropiado para esto.

Ahora, encontramos que Josué representa la gracia, o una propiciación, la cual no podía existir al mismo tiempo que la ley estaba en existencia. Ni tampoco cuadra ningún mensaje del pasado con un mensaje que impulsa al pueblo hacia adelante. No lo hará. Ahí es donde está el problema hoy en día. Jesús dijo: “¿Toma alguien un pedazo de ropa nueva y lo pone en una vieja? ¿O echan el vino nuevo en odres viejos? Ellos perecen. Los revienta. No pueden soportarlo. Y Josué no pudo entrar en lo absoluto a su ministerio sino hasta después de que Moisés hubo partido. Así que, fíjense en el primerísimo versículo: “Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y lleva a este pueblo a la tierra prometida”. Moisés, representando la ley, había cumplido su tiempo. Es... la ley había cumplido su tiempo.

Ellos realmente salieron con la gracia, desde un comienzo. Antes de que tuvieran la ley, habían tenido la gracia. Mientras estaban en Egipto, sin ley; no había nadie allí, sólo estaban los sacerdotes, y así sucesivamente, pero no tenían leyes. La ley aún no había sido dada. La gracia les proveyó un profeta. Y la gracia les proveyó también un sacrificio, el cordero de sacrificio. Vamos a entrar en eso esta semana, sobre el sacrificio, la sangre, porque allí está la sanidad de Uds. Así que en... La expiación ya había sido provista antes de que tuvieran alguna ley. La gracia fue antes que la ley, durante la ley, y después de la ley. Así que allí estaba Josué, representando la gracia, e iba a la par con la ley, pero no podía ser ejecutada mientras la ley estaba en su lugar correcto. ¡Y así ha sucedido con el mundo religioso en este último día! Ha venido avanzando, ha desempeñado su papel, pero viene un tiempo cuando debe cesar. Debe hacerlo. Tiene que haber un Efesios, también, de esta jornada, así como lo hubo en las otras jornadas. Tienen que venir un Efesios, un Efeso, un Efesios de esta jornada. Noten. Lo cual, esa ley no podía salvar a un pecador, como lo he señalado. No podía. Por lo tanto, la tierra prometida representaba un día de gracia. Vean, él no podía introducirlos, en esa jornada.

Y si se fijaron, en esa jornada, ellos tuvieron tres etapas de su jornada. Primero fue la preparación por fe, allá en Egipto, bajo el cordero del sacrificio. Luego cruzaron el Mar Rojo, hacia el— el desierto, una separación, la cual representaba otra etapa de la jornada. Porque, bajo la preparación, cuando todos se prepararon, y entonces cuando llegaron al Mar Rojo, hubo una falla otra vez. La gente no creyó, después de haber visto muchas cosas que Dios había hecho. Aún no creían. Y Dios abrió el Mar Rojo y los cruzó, lo cual somos enseñados que todo el pueblo fue bautizado en Moisés, bajo la Nube y el mar.

Miren, ellos fueron bautizados, se arrepintieron y fueron bautizados, y salieron para caminar en una nueva vida, en una tierra nueva, en una nueva jornada, entre gente nueva, y la mano de Dios estaba sobre ellos. Pero finalmente llegaron a un lugar, en este caminar que tenían, en que ya no estaban satisfechos con su caminar de gracia. Ellos tenían que llegar a algo más que pudieran hacer por sí mismos. Y eso es lo que mucha gente piensa hoy de la sanidad Divina, o de alguna otra obra de gracia de Dios, y es pensar que hay algo que Uds. tienen que hacer. Uds... No hay nada que Uds. tengan que hacer sino creer, sólo creer en Dios. Y ellos, ¡si ellos tan sólo hubieran continuado hacia adelante! La promesa no les fue dada bajo la ley. La promesa les fue dada antes de la ley, sin ningunas condiciones: “Yo les he dado esta tierra, ¡Vayan y entren en ella!”. Pero antes de que llegaran a esa promesa, decidieron que había algo que podían hacer ellos mismos. Y eso... todavía encontramos eso entre los seres humanos. Nosotros somos propensos a ser de esa manera: “Hay algo que tenemos que hacer”. Pensamos eso, que tenemos que tener algo que ver en el asunto también. Uds. sí tienen algo que ver en el asunto, y es rendir su propia voluntad, su propia idea, a la voluntad y a la idea del Dios Todopoderoso, y eso lo concluye. Eso es todo lo que hay. Simplemente tomen Su promesa, y no piensen en más nada. Caminen por medio de Ella, y Dios se encargará de lo demás.

Entonces ellos querían una ley. Y Dios siempre le concede a uno el deseo de su corazón; Él prometió hacerlo. Pero nos damos cuenta que cuando se salieron un solo paso del lado de lo que Dios originalmente les prometió, entonces eso fue un aguijón en la carne hasta que la ley fue quitada, hasta que Jesucristo vino y fue crucificado para quitar la ley. Fue un aguijón en la carne. Y todo lo que Ud. trate de hacer por sí mismo, siempre obrará para su deshonra. Obrará para su desventaja. Simplemente crea en Dios, y eso lo concluye. Lo que Dios prometió: “Yo soy Jehová Tu Dios Quien sana todas tus dolencias”. ¿Ven? “Si hay alguno enfermo entre vosotros, llamen a los ancianos de la iglesia”. Él prometió que: “Las obras que Él hizo, serían hechas en Su iglesia”.

¿Por qué tenemos que aceptar organizaciones, y demás, las cuales quieren quitar eso del Libro? Vean, ello se convierte en un aguijón en la carne. Y aquí en el tiempo del fin, nuevamente nos encontramos con lo mismo, cara a cara, y depende de los metodistas, bautistas, presbiterianos y cuántos más. ¿Ven? Uds., Uds. no puede proseguir adelante; Uds. tienen que regresar a todo el Evangelio completo. Eso fue hecho para el hombre completo, por un Dios completo que se hizo carne y habitó entre nosotros. Y sabemos que esas cosas son verdad.

Ahora, si nos damos cuenta, entonces, su jornada en el desierto fue donde ellos cometieron su más grande error que Israel jamás cometió, hasta el Calvario, y fue cuando (en Éxodo 19) aceptaron la ley en vez de la gracia. Ellos tenían la gracia. Tenían un profeta. Ellos tenían un cordero de sacrificio. Tenían redención. Habían sido traídos a través del Mar Rojo. Habían sido sanados de sus enfermedades. Habían tenido agua de una Roca herida. Ellos tenían— ellos tenían Maná del cielo. Todo lo que habían necesitado había sido suplido, y con todo eso querían algo más. Ahora, este es un tipo perfecto de nuestro Efesios de hoy, exactamente. Nosotros salimos bajo Lutero; pasamos a través de santificación bajo el metodismo; y llegamos a la restauración, bajo pentecostés. Exactamente como fue la jornada en el desierto. Y cuando Dios nos sacó, íbamos bien. ¿Pero qué fue lo que hicimos? Quisimos ser como los demás. Miren, nos damos cuenta que gracia es lo único que nos lleva hasta el final, nunca la ley.

Josué aquí es un tipo del ministerio del último día. ¿Ven? Miren, recuerden esas tres etapas de la jornada. Todo eso cesó, primeramente la ley y todo lo demás tuvo que cesar, de manera que Josué... Y Josué es la misma palabra como Jesús: “Jehová Salvador”, el cual los llevó desde el desierto hasta la tierra prometida. Ahora, yo sé que muchos piensan... Y no quiero estar en desacuerdo con los eruditos, pero muchos creen que la tierra prometida representa el Cielo. No pudiera representar al Cielo. No pudiera, porque ellos tuvieron guerras, y problemas y frustraciones, y todo lo demás, allí en la tierra prometida. No representa la Tierra prometida.

Pero si se fijan, antes que ellos entraran a la tierra prometida, todas las—las diferencias que surgieron entre ellos. Ellos... Una de las cosas tremendas fue lo de Coré. Él no quería este liderazgo de un solo hombre. Y también Datán, y cómo es que ellos vinieron ante Moisés y trataron de decirle que “El mensaje tenía que significar esto”, y le pusieron una interpretación diferente a ello, sus propias ideas de lo que era. ¡Y cada uno de ellos pereció! ¡Cada uno! Jesús dijo: “No hubo uno que no pereciera”. Ellos dijeron: “Nuestros padres comieron maná en el desierto, por espacio de cuarenta años,” San Juan 6. Jesús les dijo: “Y todos ellos están muertos”. Muertos quiere decir: “Separados eternamente”. Todos ellos están muertos, no obstante se gozaron oyendo el mensaje, no obstante disfrutaron del maná que cayó. No otro maná; ¡el maná genuino!

-----
Ahora, nosotros somos enseñados, en Apocalipsis capítulo 6, creo yo, sí, capítulo 6, acerca de los Siete Sellos. Eso debe... El Libro está sellado con siete misterios, o Siete Sellos, en Apocalipsis 6. Y en el día postrero, Apocalipsis 10, en Apocalipsis 10, vemos que Laodicea... el último mensajero de la última edad, y durante el tiempo de su profecía, que los Siete Sellos serían abiertos, los siete misterios, los misterios séptuples que habían sido dejados a un lado. En cada edad habían dejado un poco. Los reformadores no tuvieron tiempo de arreglarlo. En los días de Lutero, él solamente predicó justificación por fe. Y cuando él se fue, ellos formaron una iglesia. Después de eso vino Wesley, y él predicó santificación. Allí estuvo. Y luego vinieron los pentecostales.

Pero nos está prometido, de acuerdo con Apocalipsis 10, y según Malaquías 4, y Lucas 22:17, y así sucesivamente, que tienen que venir un— un Efesios de esto. Ha sido prometido, amigos. Debe venir un Efesios, donde estos misterios séptuples de la Palabra de Dios deben ser abiertos. Y es en la edad de Laodicea que esto acontece. Yo creo que estamos— estamos allí. Yo creo que estamos en las meras sombras de la Venida del Hijo de Dios. Y así como Josué se levantó justo antes del Efesios, Juan el bautista también se levantó antes del próximo Efesios. Y se nos ha prometido otro, otro Efesios. Está predicho aquí en la Escritura, y es por eso que yo creo que estamos viviendo nuevamente en el Efesios. Volver nuevamente a... Se nos ha prometido aquello que fue dejado a un lado durante esas siete edades.

Ahora, Uds. no pueden añadirle al Libro, ni quitarle nada. Así lo dice Apocalipsis 22:18, “Cualquiera que añadiere una Palabra, o le quitare una sola Palabra, su parte será quitada del Libro de la Vida”. Miren, nosotros no podemos añadirle ni quitarle. Así que entonces sabemos que Lutero no pudo llegar a Eso; Wesley, y los demás, los reformadores, Knox, Finney, Calvino, y así todos los demás, ellos no pudieron captarlo todo, pero lo que tenían era la Verdad del Evangelio. Pero ahora en los últimos días, nos es dado el entendimiento, por la Palabra, de que nosotros sí vamos a entenderlo, porque vendrá una edad de Efesios. ¡Y estamos aquí! Miren, paradoja... Dejaré eso en el aire, porque sólo tengo como diez minutos más y entonces daremos comienzo a la línea de oración. ¡Paradoja!

Lee el plenamente en cuenta en...
Una Paradoja.

Entonces Josué habló á Jehová el día que Jehová entregó al Amorrheo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los Israelitas: Sol, detente en Gabaón; Y tú, Luna, en el valle de Ajalón.

Y el sol se detuvo y la luna se paró, Hasta tanto que la gente se hubo vengado de sus enemigos. ¿No está aquesto escrito en el libro de Jasher? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró á ponerse casi un día entero.

Y nunca fué tal día antes ni después de aquél, habiendo atendido Jehová á la voz de un hombre: porque Jehová peleaba por Israel.

Josúe 10:12-14