Jehová-Jireh parte 2.

William Branham.

Lee el plenamente en cuenta en...
Jehová-Jireh parte 2.

Ahora, hemos estado hablando sobre Tu siervo fiel Abraham, continuando con él esta noche, en su jornada. Rogamos que nos bendigas mientras viajamos por el camino de hace muchos cientos de años, con un siervo fiel que creyó Tu Palabra. Que eso sea un ejemplo, como dijo Pablo en los Hebreos, de lo que Abraham era, un ejemplo. Y rogamos que él... que la fe que él tenía sea revelada a nosotros esta noche, para creer la Palabra de Dios, y no dudarla, ni una Palabra de Ella, sino creerla toda, y creer todo lo que Él dijo. Y que nosotros seamos capaces de aferrarnos a esas promesas que Él nos ha hecho, y seamos los hijos de Abraham al estar en Cristo. Lo pedimos en el Nombre de Jesús. Amén.

----
Abraham tenía noventa y nueve años de edad, y todo este tiempo nunca había dudado, sino que creyó la Palabra de Dios; y llamó las cosas que no eran como si fuesen, porque Dios así lo dijo, todavía creyendo que ese bebé vendría, aferrándose a la promesa. ¡Qué hombre! ¡Qué hermano! “Abraham, quien contra esperanza...” La matriz de Sara estaba muerta. Él era estéril; su cuerpo estaba muerto. La Biblia dice que lo estaba, que su cuerpo estaba como muerto. Y la matriz de Sara estaba muerta. Y ella para entonces estaba muy cerca de los cuarenta años pasada de la menopausia, y todavía Abraham creyó que ella iba a tener el bebé, porque Dios así lo dijo. Allí lo tienen. ¡Aferrado a la Palabra porque Dios así lo dijo! No importa qué, los credos que la cubrieron; ¡todavía esa Palabra estaba allí! Tenía que salir. ¡Y esa Palabra estaba en el corazón de Abraham!

No importa cuántos digan: “Los días de esto ya han pasado, y de eso allí”. Mientras esa Palabra permanezca allí, será creativa, porque es una Palabra germinada. Pues Dios es la Palabra y la Vida de Dios está en la Palabra. Fíjense. Miren, cuando esa Palabra cae dentro de la Vida de Dios, algo sucede, acontece.

Fíjense ahora. Luego Él le apareció en el Nombre del Dios Todopoderoso. Miren, Dios tiene siete Nombres compuestos redentivos. Y Él le apareció a él aquí en la forma del Dios Todopoderoso, lo cual significa: “El Shaddai” En el... “Shaddai”, en el hebreo. El significa: “El fuerte”; Shad, significa: “Pecho”, como el pecho de la mujer. Y ahora en lugar de ser Shad, singular; Shaddai, plural. Miren, qué consolación tan dulce para un anciano de cien años, manteniendo la Palabra de Dios en su corazón, y aquí la Voz de Dios viene a él y dice: “Yo soy El Shaddai. Yo soy el Dios con pechos”. 68 ¡Oh, qué consolación tenemos! Miren, no... Recuerden, no simplemente “pecho”, sino “pechos”: “Mas Él herido fue por nuestras rebeliones; por Su llaga fuimos nosotros curados”.

Miren, ¿qué hace una madre, con su bebito cuando él está enfermo e inquieto? Ella carga al bebito. Lo lleva hasta su pecho, y ella... Él extrae la fuerza de la madre a su propio cuerpo por medio del pecho. Y no solamente él está satisfecho o está... Él se tranquiliza. Él está gritando a voz en cuello, él está todo perturbado; pero cuando la madre lo carga y pone su... lo pone sobre su pecho, y empieza a arrullarlo, a mecerlo, él palpa a su madre, su cabeza está en su seno, y él empieza a amamantarse y a extraer fuerza de su madre a su cuerpo. Él se está rejuveneciendo, acumulando fuerza; ya también está satisfecho, mientras día tras día se hace más fuerte y más fuerte.

----
¡El Shaddai! Él dijo: “Yo soy El Shaddai, Abraham, yo soy el Fuerte. Tú eres un anciano. Tú ya tienes cien años de edad, has quedado sin fuerza; ¡pero Yo soy tu Fuerza! ¡Toda tu esperanza se ha acabado; pero Yo soy tu esperanza!”
¡Oh, Uds. sufriendo aquí esta noche con cáncer y cosas así!, ¿no pueden ver de dónde proviene su Fuerza? ¡No del bisturí del cirujano, sino que proviene de la Palabra de Dios! “¡Yo soy tu Porción! ¡Yo soy tu Fuerza! ¡Saca tu fuerza de Mí!”

Miren, sin menospreciar al cirujano; él hace su parte que le corresponde. Pero Dios es el Sanador. Ningún cirujano, ningún doctor, ninguna medicina alguna vez ha sanado. No señor, ellos no tienen una sola medicina que sane. Miren, cualquier doctor les dirá eso. Ellos tienen ayudas; pero Dios es el Sanador. Ellos pudieran hacer un corte en su mano, pero Dios tiene que sanarlo. Ellos no tienen nada para formar tejido; si lo tuvieran, entonces ellos pudieran formar un hombre. Así que (¿ven Uds.?), Dios es el Sanador: “Yo soy Jehová que sana todas tus enfermedades”. Y Uds. no pueden hacer que la Palabra de Dios mienta; cada vez volverá a la verdad, regresará directamente. Uds. no pueden hacer que mienta.

----
Miren, cuando Abraham recibió esta palabra, que: “Yo soy El Shaddai; ¡Yo soy tu Dador de Fuerza! Tu esposa, su matriz ya se ha secado, hace cuarenta años que ella pasó la menopausia, tu cuerpo está ya como muerto; pero Yo soy El Shaddai”. Él acababa de engendrar a Ismael, Uds. saben. Pero Él dijo: “Ese no es él. No. Él será un gran hombre. Él va a engendrar cierta cantidad de príncipes. Pero al que Yo le hice la promesa, es el que vendrá entre tú y Sara”. ¡Ese es! ¡Amén! Abraham se sintió muy bien.

Él dijo: “Mira, Yo quiero decirte algo, Abraham. Yo voy a cambiarte el nombre”. Él dijo: “Tú ya no te llamarás Abram, sino Abraham” Abram, significa: “Padre exaltado—exaltado”. Pero Abraham significa “Padre de naciones”. Y ya no será S-a-r-a-i; ella es S-a-r-a, Sara, “princesa”. ¡Les cambió el nombre! ¡Qué cambio de nombre! Algo sucedió porque ellos eran... ¿Ven?, tiene que haber un cambio antes que sucedan las cosas. Él no le podía dar el hijo mientras el nombre de ellos permaneciera así.

Y Uds. no pueden nacer de nuevo mientras el nombre de Uds. no esté en el Libro del Cielo. Uds. lo pudieran poner en el de cada iglesia: metodista, bautista, presbiteriana, llevándolo de lugar a lugar, discutiendo con todos ellos; pero tendrá que ser un puesto en el Libro del Cielo antes que algo pueda suceder, y antes que una nueva creación pueda venir. Antes que la vida nueva pudiera venir, sus nombres tenían que ser cambiados. Pueda que Uds. también tengan que cambiar el de Uds., de algunos de estos libros hechos por el hombre, a los Libros del Cielo.
“Y allí, tu nombre ya no es Abram, ‘padre exaltado’, sino que es Abraham, ‘padre de naciones’. Ya no (Sara) o Sarai, sino Sara, ‘princesa’”.

----
Un día el sol salió muy caliente una mañana, Abraham estaba sentado a la sombra de su tienda allí al lado del encino. Y él miró (debió haber sido como las once), y él vio tres Hombres viniendo, acercándose, con polvo en la ropa. Y Abraham salió corriendo. Había algo en su corazón que lo hizo que se sintiera muy bien. Y él salió corriendo y se postró ante los pies de Ellos. Y fíjense bien, él dijo: “¡Mi Señor!” ¿No es extraño? Había tres de Ellos, pero dijo: “¡Mi Señor!”.

Miren a Lot. Cuando dos de ellos fueron allá, sólo dos de ellos, él dijo: “Mis señores”. Lot los llamó: “señores”. Abraham... Lot los llamó a los dos: “señores”.
Y Abraham llamó a los tres: “¡Señor! ¡Mi Señor!” ¡Amén! ¡Oh, el tiempo está a la mano! Fíjense bien, él dijo: “Mi Señor, si he hallado gracia ante Tus ojos, ven, siéntate bajo el encino. Permíteme traer un poco de agua, y lavar Tus pies; y come un bocado de pan. Pues esta es la única razón que Tú has pasado cerca de mí, para verme”. Ellos se acercaron.

Él salió y fue por la parte de atrás de la tienda y dijo: “Sara, amasa harina rápidamente, y haz panes cocidos debajo del rescoldo”. Salió y agarró un becerrito, y mandó que lo mataran y lo prepararan, e hizo las chuletas, y trajo mantequilla y leche, y lo puso ante los Hombres y Ellos comieron. ¡Y Uno de ellos era Dios mismo! Eso es lo que dice la Biblia. Miren, si Uds. quieren argumentar con Ella, háganlo. Él lo llamó: “Elohim, Dios”. Él debió saber, pues él estaba hablando con Él. Fíjense bien: ¡Señor Dios!” Miren, Uno de ellos era Dios. Y él lo miró. Abraham lo reconoció. Ahora, miren eso.

----
Fíjense bien. Miren, nos damos cuenta que estos Hombres se sentaron y comieron. Y dos de ellos se levantaron y fueron allá a Sodoma. Uno se quedó con Abraham. Vigilemos su conversación. Ellos continuaban mirando hacia Sodoma. Y Abraham sabía que había algo un poquito extraño acerca de eso. Así que Él dijo, cuando estaba listo para partir, Él dijo: “¿Encubriré yo a Abraham (siendo que él va ser padre de naciones; Yo sé cómo criará a sus hijos, y lo demás) la cosa que Yo voy a hacer?” Él dijo: “Los pecados de Sodoma se han agravado en extremo al grado que ha llegado a Sus oídos”. Él descendió para investigar.

Miren, recuerden: como dije la otra noche, dos de esos mensajeros fueron a Sodoma, y ellos predicaron a esos sodomitas; y los cegaron esa noche, con la Palabra. Pero recuerden: hubo Uno... Ellos tuvieron su señal, un Extranjero entre ellos.
Miren a Lot. Lot, sentado a la puerta, y dijo: “Mis señores”. Y viviendo de tal manera que cuando él dijo: “Entren a mi casa”, Él dijo: “Nosotros dormiremos en la calle”. ¡Qué hogar!
Pero tan pronto como salió Abraham, Ellos dijeron: “Este es el propósito por el cual venimos. Nos sentaremos aquí al lado tuyo”.

¡De esa manera debe ser! Vivir de tal manera, para que si Dios lo quisiera usar, Él sabe exactamente adónde ir a buscarlo a Ud. Ud. está en una posición, viviendo una vida limpia delante de Dios, sus palabras son honestas, su vida es verdadera. A esa clase de lugares es adonde llegan los Ángeles. Miren a Elisabet y a Zacarías (¿ven?), una pareja honesta, recta, andando en todos los mandamientos del Señor. De esa manera queremos nosotros vivir, para que cuando Dios esté listo para usarnos, Él diga: “Este es mi pueblo. Yo puedo hacer con esta Iglesia lo que Yo quiero. Ellos me creen. Ellos se paran firmes en Mi Palabra”. ¿Ven?, de esa manera Uds. lo quieren hacer: vivir la vida.

Miren, nos damos cuenta que este Ángel, Él dijo: “No lo voy a encubrir de Abraham. Pero Yo te voy a visitar según el tiempo de la vida”. Y, fíjense bien que Él no lo llamó Abram; Él lo llamó “Abraham”. ¿Cómo sabía Él que ese nombre había sido cambiado? Él era el que lo cambió. Seguro. Fíjense bien. Nunca la llamó Sarai, Uds. saben, S-a-r-a-i, sino S-a-r-a: “¿Dónde está Sara tu mujer?” ¿Cómo sabía Él que él estaba casado? ¿Cómo sabía Él que él tenía una esposa y que su nombre era Sara?
Y Abraham dijo: “Ella está en la tienda detrás de Ti”. ¡Qué dama tan verdadera!

----
Fíjense bien. Allí estaba. Sara estaba en la tienda; ella se quedó allí y se comportó bien. Era Abraham el que estaba atendiendo a estos Ángeles. Miren, y Él dijo: “Yo te voy a visitar”.
Y Sara estaba escuchando. Y ella se rió disimuladamente; dijo: “¿Yo, una anciana, tan vieja como estoy, y allí mi señor también viejo, y decir que vamos a tener deleite otra vez como esposo y esposa?” Y ella se rió.
Y el Ángel con Su espalda volteada, dijo: “¿Por qué se ha reído Sara?”

Recuerden que esa fue la última señal que la simiente de... o mejor dicho, Abraham mismo, el cual es tipo de la Iglesia, fue la última señal que él recibió. De todas las otras señales que él recibió, esa fue la última antes que Sodoma fuera destruida. ¿Es correcto eso? ¡La última señal!

----
¿Qué fue eso? Dios preparando a Sara y a Abraham para recibir el hijo prometido. Demostrando que la siguiente cosa después de la manifestación de este Ángel de Dios, el Espíritu Santo mostrando Su última señal, la siguiente cosa es que esto mortal se vista de inmortalidad y seamos arrebatados en el aire para recibir el Hijo prometido, la Simiente real de Abraham. ¡Gloria a Dios! ¡Aleluya! “Porque seremos transformados en un momento, en un abrir y cerrar de ojos. Y seremos arrebatados juntamente para recibirlo a Él en el aire, y así estaremos siempre con Él, el Hijo prometido”. ¡Aleluya!

Lee el plenamente en cuenta en...
Jehová-Jireh parte 2.

Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir por heredad; y salió sin saber dónde iba.

Hebreos 11:8